Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://vinnylksu313080.myparisblog.com/39137597/el-gesto-polémico-de-zidane-que-cambió-un-mundial