A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Altísimo, y los otros presos los escuchaban. Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. https://gracel147xbf6.wikicorrespondence.com/user